Tradicionalmente la
India ha sido y es un país misterioso, enigmático, fantástico y fascinante. La
India es el séptimo país más extenso del mundo y el segundo en población. Es
por ello que podemos encontrar mil contrastes, mil paisajes distintos y mil
maneras de vivirla. Es un país tan extenso como interesante. Viajar a la India
es siempre una experiencia vital que incita a la reflexión.
Debido a su enrome
extensión, lo mejor cuando se visita la India, es centrarse en conocer una zona
concreta del país. Viajar por el Norte de la India te permite visitar la
capital, Delhi, y otras ciudades más pequeñas del país, pero no menos
misteriosas. Ciudades como Amritsar, Bikaner, Jaisalmer, Jodhpur, Agra y
Udaipur, entre otras. Un viaje que te permite recorrer palacios, templos,
mezquitas o monumentos. Infinidad de paisajes como jardines, montañas y desiertos.
Y en general una cultura, una espiritualidad y una diversidad de religiones
increíble.
La capital del
país, Delhi, está repleta de
contrastes, la “New Delhi” y la “Old Delhi”, entre otros. Amritsar es la capital espiritual de la
religión Sikh, Jaisalmer y la ciudad Dorada, son patrimonio de la
humanidad, Jodhpur es conocida como la ciudad azul, todas tienen muchos atractivos. La visita a Agra y al majestuoso Taj
Mahal, te dejarán con la boca abierta, conocer este templo es
imprescindible para cualquier viajero de verdad que se precie.
La ciudad de Benarés o Varanasi es una ciudad que vive en torno al Río Ganges
y a los miles de peregrinos que llegan hasta sus aguas. El viaje de aventura al Norte de la India tienen infinidad de rincones en los que perderse
llenos de misterio y espiritualidad.