miércoles, 19 de febrero de 2014

Ofertas para aprender a esquiar en Andorra


Los meses de invierno y de verdadero frio no suman ni la mitad de los 365 días del año, y aún así se nos suelen hacer muy cuesta arriba. Aprovechar los últimos días de vacaciones que nos quedan, encontrar ofertas de esquí para Vallnord, u ofertas de ski, como lo llaman los ingleses, y deslizarte por sus pistas es una de las mejores formas de combatir el frio y disfrutar de él.

Aunque la mayoría de las personas aprende este deporte de pequeño, muchos son los adultos que nunca han esquiado. EL miedo intrínseco de las personas a hacerse daño nos cohíbe y hace que rechacemos actividades con las que seguro que disfrutaríamos.  Sólo vemos la longitud de los esquís, pensamos en lo dura y fría que está la nieve, en los moratones y las agujetas del día siguiente.

Todos conocemos a alguien que se ha roto algo esquinado, pero lo mismo podría pasar con el futbol, y no por eso dejamos de jugar o nos damos por vencidos. Gracias a las ofertas de esquí en Vallnord, Andorra, tanto niños como mayores pueden deleitarse con el aprendizaje de este deporte, pues si dejas a un lado los prejuicios, la diversión está asegurada.

Una vez se nos pasa la impresión y nos hemos puesto los esquís, llega el segundo obstáculo, la movilidad. Las ofertas de esquí en Vallnord nos aportan el momento perfecto para familiarizarnos con las sensaciones de un nuevo equipo y el desplazamiento sobre la nieve. Encontrar la postura adecuada que nos permita deslizarnos correctamente y que nuestros cuerpos fluyan. Nuestra posición debe ser lo más relajada y cómoda posible, libre de tensión y con los pies en paralelo y separados a la altura de las caderas.

Cuando haces uso de tu oferta de ski en Vallnord por primera vez y contratas a un monitor que te enseñe las bases es importante familiarizase: inclinar los pies hacia delante, comprobar que ahí controlas mejor, después hacerlo hacia atrás y ver que pierdes el equilibrio mas fácilmente... se trata de perder el miedo y jugar, los niños tienen menos problemas que los adultos porque saben jugar.


Una vez tenemos esto dominado es hora de aprender a hacer la cuña, el momento de las primeras caídas y la parte complicada, levantarse. Es un momento esencial en el que te das cuenta de que no te has roto nada y de que no vas a hacer el ridículo porque todos hemos pasado por eso.