Cerca de Santander nos encontramos con la hermosa
villa de Santoña. El íntimo vínculo entre Santoña y el mar lo
han llevado a ser uno de los principales comercializadores del bonito y sus
renombradas anchoas en aceite de oliva; y es que hablar de anchoas es hablar de
Santoña.
El culpable de toda esta revolución
alrededor de las anchoas fue el italiano Giovanni Vella Skatagliota, que de
todas las localidades de Cantabria decidió
establecerse en Santoña, quien tuvo la genial idea de preparar filetes de
anchoa en salazón y aceite de oliva.
Gracias a Giovanni Vella Skatagliota el
puerto de Santoña alberga la mayor cantidad de fabricantes de anchoas en conserva
y al mismo tiempo Santoña es la
localidad más famosa debido a las anchoas. El puerto de Santoña se encuentra
entre los más importante de Cantabria, tanto lo es asi que determina los
precios de las especies por las cuales es famoso como lo son la anchoa y el
bonito.
Las anchoas son recolectadas en los meses
de marzo, abril, mayo y junio cuando tienen mayor cantidad de contenido graso.
Ya en las fabricas se les retira la cabeza y es limpiada y salada. Ahí
permanecerá por aproximadamente 6 meses hasta que tome su característico color
rojizo y obtenga un aroma aporpiado. Despues de este tiempo se vuelve a limpiar
y se retiran las espinas dejándolas listas para ser envasadas con el aceite de
oliva. Cabe decir que todo este proceso se realiza mano.
La Feria de anchoa es una de las fiestas en
Cantabria que goza de gran importancia en toda la provincia. Esta feria se da anualmente durante los tres
primeros meses del año. En esta se presentan expositores, conferencias,
comerciantes que montan stands para dar a conocer sus mejores productos mediante
una degustación pública. En este evento se otorga un premio a de cata ciega de
anchoa.
Hoy por hoy la producción y
comercialización de la anchoa en Santoña constituyen uno de los más importantes
factores para la industria y el comercio de Cantabria.
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