viernes, 23 de mayo de 2014

Caza sí, pero caza segura

Si quieres conseguir tu licencia de caza para disfrutar de tu afición, debes saber que es obligatorio que antes suscribas alguno de los seguros de caza homologados que ofrecen las compañías aseguradoras. La contratación de este seguro no se trata de algo opcional (aunque las coberturas más básicas siempre se pueden ampliar con más conceptos) sino que está regulada legalmente por el Real Decreto 63/1994, de 21 de enero, que establece la norma del Reglamento del Seguro de Responsabilidad Civil del Cazador.

La cobertura mínima que debe ofrecer un seguro de estas características incluye los daños provocados por un disparo involuntario de arma de fuego, tanto en la práctica de la caza como en los tiempos de descanso durante su práctica. La responsabilidad de aquellas otras personas que participan de una batida de caza, como monteros, batidores o rehaleros, no está cubierta por defecto, y del mismo modo ocurre con cazadores de arco o ballesta. Por ello deben acogerse a cláusulas especiales que cubran su situación dentro de su seguro.

 Es por ello que prácticamente todas las empresas aseguradoras ofrecen posibilidades “a la carta”, en función de las necesidades de cada cliente. Las cláusulas pueden incluir coberturas especiales para proteger a perros, galgos y rehalas, pueden cubrir el material de caza o incluso pueden estar especializadas en distintas modalidades de caza, cetrería o pesca, atendiendo a las particulares necesidades de cada variedad. 

En el blog de Mussap, mutua de seguros y reaseguros, (blog.mussap.net) se puede encontrar más información sobre estos temas en particular, y también sobre otros aspectos relacionados con la seguridad y las pólizas de seguro. Siempre es conveniente estar bien informado sobre las distintas opciones que existen en el mercado para elegir siempre la opción que más nos convenga. Y del mismo modo nos ofrece consejos de utilidad que podemos aplicar a distintos aspectos de nuestra vida cotidiana, ya sea en el ámbito familiar, profesional o en el de nuestras aficiones, como es el caso de este post.

En cualquier práctica deportiva, sobre todo si es al aire libre y en plena naturaleza, se corre cierto riesgo. Y más aún si manejamos armas de fuego o podemos estar expuestos al ataque de un animal salvaje, o a un accidente provocado por terceros. Por ello, al igual que con la circulación de vehículos, se hizo obligatoria por ley la suscripción de estos seguros de caza, que favorecen el entendimiento entre las partes y la reparación del daño.

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